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Cómo resolver un problema en seis pasos

Cómo resolver un problema en seis pasos

La forma en que enfrenta los desafíos a menudo determina su éxito y felicidad. Si está atascado y no sabe cómo resolver un problema, intente definirlo y dividirlo en partes más pequeñas. Elige si abordar el problema de forma lógica o si tienes que pensar en cómo te hará sentir el resultado. Encuentre formas de abordar sus problemas de manera creativa trabajando con otras personas y abordando el problema desde una perspectiva diferente.

Le ofrecemos seis pasos para resolver con éxito un problema:

1. Defina el problema. Encuentre el problema real, no solo los síntomas que resultan del problema. Cuando definas el problema, no consideres las cosas que son extrañas, solo cuál es el problema real. Puedes ver el resto de las preguntas más adelante. Familiarícese con el problema y entiéndalo completamente.

Por ejemplo, si tu habitación está constantemente desordenada, es posible que el problema no sea que seas una persona desordenada. Es posible que le falten contenedores o lugares para organizar sus artículos.

Trate de ser lo más claro y completo posible al definir el problema. Si es un problema personal, sea honesto consigo mismo acerca de las causas del problema. Si se trata de un problema logístico, señale exactamente dónde y cuándo ocurre el problema.

Determinar si el problema es real o creado por uno mismo. ¿Necesita solucionar este problema o es algo que desea? Poner las cosas en perspectiva puede ayudarlo a navegar el proceso de resolución de problemas.

2. Tome decisiones importantes primero. Reconozca las decisiones que necesita tomar y cómo contribuirán a resolver su problema. Tomar decisiones puede ayudarlo a avanzar en la solución de sus problemas, así que comience por decidir en qué concentrarse, qué debe hacer y cómo lo hará.

Por ejemplo, es posible que tenga varios problemas que resolver y necesite decidir cuáles abordar primero. Resolver un problema puede aliviar la tensión o eliminar el estrés de otro problema.

Una vez que hayas tomado una decisión, no dudes de ti mismo. Esté preparado para mirar hacia adelante a partir de este momento sin preguntarse qué habría pasado si hubiera elegido otra cosa.

3. Simplifica el problema. Un problema demasiado complejo puede parecer insuperable y difícil de resolver. Si hay varios problemas, divídalos en partes más pequeñas y trátelos individualmente. Si puede dividir el problema en sus términos más pequeños, lo ayudará a comprenderlo y encontrar una solución.

Por ejemplo, si tienes que entregar muchas tareas para aprobar una clase, concéntrate en cuántas tienes que hacer y márcalas una a la vez.

Trate de combinar y resolver problemas juntos siempre que sea posible. Por ejemplo, si se le está acabando el tiempo de estudio, intente escuchar una conferencia grabada mientras camina hacia la clase o hojee las notas mientras espera la cena.

Trate de obtener información sobre el problema para obtener claridad al respecto. Incluso puede ayudarlo a separar la emoción del hecho, lo que puede ayudarlo en su proceso de toma de decisiones.

4. Describa lo que sabe y lo que no sabe. Familiarícese con el conocimiento y la información que ya tiene. Luego busca lo que necesitas. Obtenga toda la información que pueda, luego organícela de una manera que tenga sentido.

Por ejemplo, si está tratando de aprobar una prueba acumulativa, averigüe lo que ya sabe y lo que necesita estudiar. Revise todo lo que ya sabe, luego comience a aprender más información de sus notas, libro de texto u otros recursos. eso te puede ayudar.

5. Predecir resultados futuros. Piensa en un plan B (o más) para que no te limites a una sola decisión. Una vez que haya encontrado posibles soluciones, piense en cómo se desarrollaría cada una de ellas. Considere los posibles resultados y cómo le afectarían a usted y a quienes lo rodean. Crea los mejores y peores escenarios en tu imaginación.

Presta atención a cómo te hacen sentir estos escenarios.

6. Distribuya sus recursos. Sus recursos pueden incluir tiempo, dinero, esfuerzo, viajes y más. Si resolver el problema es una prioridad principal, es posible que deba dedicar más recursos a resolver el problema de lo que lo haría de otra manera. Piensa en qué recursos tienes que puedes contribuir a resolver tu problema.

Por ejemplo, si tiene una fecha límite, puede dejar de preparar la cena o ir al gimnasio para poder dedicar ese tiempo a su proyecto.

Reduzca las tareas innecesarias siempre que sea posible. Por ejemplo, es posible que le envíen sus compras para ahorrarle tiempo de compras. En su lugar, puede dedicar ese tiempo a otras tareas.

 

También te mostramos un maravilloso video de Milena Goleva - Cómo resolver nuestros problemas:

Cómo resolver un problema en 10 pasos
Cuando te enfrentas a un problema, ¿cómo lo resuelves? ¿Dejas que te abrume o te inventas lo mejor?
 

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