Le pedí a Dios una entrevista y para mi sorpresa accedió. – Entrevista con… Dios
- ¡Adelante! Dios me dijo. "¿Así que te gustaría entrevistarme?"
"Si tienes tiempo..." le dije.
Él sonrió y respondió:
– Mi tiempo se llama eternidad y es suficiente para todo. ¿Qué preguntas quieres hacerme?
- No aquellos que son desconocidos para ti. ¿Qué es lo que más te sorprende de las personas?
– Que se aburren cuando son niños, se apresuran a crecer y luego anhelan volver a ser niños. Que pierden su salud para ganar dinero y luego malgastan el dinero para recuperar su salud. Que, pensando ansiosamente en el futuro, olvidan el presente y así no viven ni para el presente ni para el futuro. Que viven como si nunca fueran a morir, y luego mueren como si nunca hubieran vivido….
Sus manos tomaron las mías y nos quedamos allí en silencio.
Después de mucho tiempo le pregunté:
– ¿Puedo hacerte una pregunta más?
Me respondió con una sonrisa.
– Como Padre nuestro, ¿qué te gustaría que hicieran Tus hijos?
– Aprender que no pueden forzar alguien que los ame. Lo que pueden hacer es dejarse amar.
– Aprender que se necesitan años para generar confianza y solo unos segundos para destruirla.
– Que aprendan que lo más importante en la vida no es lo que tienen, sino las personas que tienen.
– Aprender que no es bueno compararse con los demás. Siempre habrá personas mejores o peores que ellos.
- Aprender que rico no es el que más tiene, sino el que menos necesita.
– Aprender que deben controlar su comportamiento o los controlará a ellos.
– Aprender que solo unos segundos pueden abrir heridas profundas en las personas que amas, y que se necesitan años para olvidarlas.
– Aprender a perdonar practicándolo.
– Aprender que hay personas que los quieren mucho, pero no saben cómo demostrar sus sentimientos.
- Aprender que el dinero puede comprar todo excepto la felicidad.
– Aprender que aunque se sientan molestos a veces, eso no les da derecho a molestar a los demás.
- Aprender que los verdaderos amigos son raros y si encuentran uno, es un verdadero tesoro.
- Aprender que a veces no basta con perdonarlos, sino que deben perdonarse a sí mismos.
– Aprender que son dueños de lo que guardan en sí mismos y esclavos de lo que dicen.
– Aprender que cosecharán lo que han sembrado. Si difunden rumores, se enredarán en intrigas, si difunden amor, serán felices.
- Aprender que la verdadera felicidad no consiste en lograr sus metas, sino en estar satisfecho con lo que ya ha logrado y está logrando.
– Aprender que ser feliz es una decisión. Deciden ser felices con lo que tienen y con lo que son, o morir de envidia y celos por lo que no tienen.
– Aprender que dos personas pueden mirar lo mismo y ver cosas completamente diferentes.
- Aprender que quien es honesto consigo mismo, sin importar las consecuencias, logra mucho en la vida.
– Aprender que aunque piense que no tiene nada que dar cuando su amigo está llorando, puede encontrar fuerzas para calmar el dolor.
– Para aprender que, tratando de aferrarse a los que aman, muy rápidamente los alejan. Al dejarlos ser libres, permanecerán juntos para siempre.
Yo estaba pensando. Dios se quedó en silencio.
Dios es amor. (1 Juan 4:16)
LAS NUEVE REVELACIONES CELESTINAS - Un Camino al Autoconocimiento
fuente: spiralata.net